Organizado por las bibliotecarias de la Escuela Secundaria Nº 2 (ex Colegio Nacional), en el marco de la Maratón de Lectura, se realizó un interesante taller abierto sobre Literatura y Narración Oral, a cargo de la prestigiosa licenciada Dora Apo.
Esta reconocida narradora ha participado en diferentes ediciones de la Feria Internacional del libro de Buenos Aires y en la Feria Internacional del libro en Guadalajara, México. Además ha realizado talleres y perfeccionamientos sobre narración oral para niños y adultos en Venezuela y ha recorrido escuelas primarias y secundarias narrando historias. Además ha dictado talleres de cuentacuentos en la Facultad de Periodismo de la UNLP.
Esta reconocida narradora ha participado en diferentes ediciones de la Feria Internacional del libro de Buenos Aires y en la Feria Internacional del libro en Guadalajara, México. Además ha realizado talleres y perfeccionamientos sobre narración oral para niños y adultos en Venezuela y ha recorrido escuelas primarias y secundarias narrando historias. Además ha dictado talleres de cuentacuentos en la Facultad de Periodismo de la UNLP.
El taller estuvo dirigido a docentes, escritores, bibliotecarios y personas interesadas en la literatura y la narración.
“Eso los aleja un poco de la lectura y no creo que sea algo bueno. Aparte, no me gusta que los chicos lean en la pantalla. No es lo mismo que tener un libro entre las manos. Un libro entre las manos es ponérselo en el pecho, es dormirse con él, es despertarse y volver con la lectura”, sostuvo.
“Antes, había otro entorno. Por lo general, la madre no trabajaba y dedicaba más tiempo a sus hijos. Por otro lado, ha cambiado el trato de los padres hacia ellos. Los chicos necesitan límites y eso se traduce en amor. Ponerle límites a un hijo es quererlo”, señaló.
Dora también indicó que tampoco hay hábitos de escritura. “Mi madre, que era autodidacta, leía todo el tiempo. Por lo tanto, Cortázar era un tema cotidiano en casa. Uno no miraba tanta televisión, como sí sucede hoy. Lo que sucede es que los padres llegan cansados del trabajo y miran el noticiero o el teleteatro para olvidarse de los problemas diarios, que son más grandes que los que teníamos nosotros en aquella época”, expresó.
“Antes, había otro entorno. Por lo general, la madre no trabajaba y dedicaba más tiempo a sus hijos. Por otro lado, ha cambiado el trato de los padres hacia ellos. Los chicos necesitan límites y eso se traduce en amor. Ponerle límites a un hijo es quererlo”, señaló.
Dora también indicó que tampoco hay hábitos de escritura. “Mi madre, que era autodidacta, leía todo el tiempo. Por lo tanto, Cortázar era un tema cotidiano en casa. Uno no miraba tanta televisión, como sí sucede hoy. Lo que sucede es que los padres llegan cansados del trabajo y miran el noticiero o el teleteatro para olvidarse de los problemas diarios, que son más grandes que los que teníamos nosotros en aquella época”, expresó.
Con la Directora de la EM Nº 2 de Saladillo
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