jueves, 13 de septiembre de 2012

FELIZ DÍA BIBLIOTECARIOS!!!!

En el Día del Bibliotecario comparto con ustedes esta hermosa charla con la Bibliotecaria de mayor trayectoria del Distrito. 

UNA BIBLIOTECARIA POR VOCACIÓN

Reportaje a Lela Arrospide: más de 40 años como bibliotecaria.

Lela habla rápidamente y se entusiasma cuando comienza a contarnos un poco de su vida. Por momentos se emociona y pareciera que las lágrimas van a brotar de sus ojos, pero se recompone y esboza una sonrisa franca. Su nombre es Nélida Arrospide, pero, como esos personajes que trascienden mas allá de cualquier nombre, para todos nosotros es simplemente Lela. Quiénes la conocemos desde hace años, no podemos sino identificarla con un lugar: la biblioteca de la Escuela de Educación Media Nro. 1 de 25 de Mayo. Lela es y será para siempre la bibliotecaria de la Escuela de Comercio. Con motivo de festejar el Día del Bibliotecario, nos pareció un acto de justicia homenajear a alguien que lleva más de cuarenta años honrando la profesión de bibliotecaria. 

E.D.: Contanos un poco cómo fue que comenzaste con tu profesión. ¿Dónde estudiaste? ¿Por qué motivo elegiste ser bibliotecaria?

L.A.: Estudié en el Instituto Superior de Bibliotecología Nro. 8 de La Plata. Me recibí en el año 1988. Elegí ser bibliotecaria porque siempre me gustó leer, atender al público, tratar con la gente. Pero, lo que más me gustaba era ayudar a los alumnos a investigar. Mi sueño era ser un referente de la biblioteca.

E.D.: ¿Cómo fue tu carrera como bibliotecaria?

L.A.: Yo comencé como bibliotecaria en la Escuela Media Nro. 1, que en esa época todavía era Escuela de Comercio, en 1971, ya que había hechos un curso en la ciudad de Buenos Aires sobre Bibliotecología y ello me habilitaba para trabajar. Más tarde pude estudiar la carrera. Fui una de las primeras bibliotecarias del Distrito. 
En la Escuela Media Nro. 1 trabajé desde 1971 y todavía hoy continúo en ejercicio. Años después ingresé como bibliotecaria en el Instituto Superior de Formación Docente Nro. 28. En este cargo estuve hasta el 2006 cuando pasé a ser Pro-Secretaria.

E.D.: Y tus comienzos, ¿cómo fueron?

L.A.: Cuando comencé en la Media Nº 1 la biblioteca prácticamente no existía. Yo organicé la biblioteca realizando un proyecto llamado Campaña del Libro: recorría las calles de la ciudad solicitando donaciones de libros bajo el lema “Donar el libro es ofrecer amistad”. Realmente es reconfortante haber hecho tanto esfuerzo para lograr el crecimiento de la biblioteca y sentir el orgullo de poder decir que, en la actualidad, la biblioteca, aparte de ser escolar, está abierta al barrio y cuenta con un gran volumen de libros, todos actualizados.


E.D.: ¿Cómo era la biblioteca de entonces?

L.A.: La biblioteca funcionaba en la vieja escuela de calle 10 entre 26 y 27. Tenía poco espacio, pero más tarde fue ganándose un lugar más amplio y más importante dentro de la escuela. Debo decir que conté, y todavía cuento, con el apoyo de todos los directivos que pasaron por el Colegio y de toda la comunidad educativa. Eso me dio impulso para seguir bregando por la actividad que desarrollo.
Después de unos años se amplió la planta funcional de la escuela, las cosas cambiaron, la biblioteca tuvo un gran impulso y aparte tuve muy buenos compañeros, como Silvia Arrospide, Evangelina Drachenberg, Marita Deleris y en la actualidad a Malena Vita. También tengo que nombrar a Marta Hafford y Elisa Miglerini, quiénes, pese a no ser bibliotecarios, siempre colaboraron con la biblioteca de la escuela. Todos ellos contribuyeron a que la biblioteca creciera cada vez más.

E.D.: ¿Cómo fueron adquiriendo libros?

L.A.: Al principio se consiguieron muchos mediante donaciones, por aquella campaña de la que te hablé al comienzo. Yo siempre digo que la biblioteca se amplió gracias al apoyo de todos mis compañeros bibliotecarios, con los que siempre estuvimos tratando de conseguir fondos para la compra de textos. También contamos con el apoyo del Ministerio de Educación y fue muy importante la participación en el Programa PRODYMES, en dónde se recibió una gran donación de material bibliográfico.

E.D.: ¿De qué manera acceden los alumnos al material?

L.A.: En la biblioteca siempre disponen de los libros de las distintas asignaturas para usarlos libremente. Podemos decir que no sólo es una biblioteca para estudio e investigación sino también para lectura recreativa.

E.D.: ¿Qué opinión tenés sobre los alumnos de hoy como lectores? ¿Tienen hábito de lectura o antes se leía más?

L.A.: Yo creo que los chicos de hoy leen y que en general no hay demasiada diferencia entre mis primeros años y la actualidad. Por supuesto que es distinto lo que leen, aunque haya textos clásicos que nunca están desactualizados. Pero los alumnos siempre estuvieron acostumbrados a usar la biblioteca. Mi tarea consistió en ayudarlos, orientarlos y ser un buen referente dentro de la biblioteca. Quiero destacar que mi tarea fue ayudada por los otros bibliotecarios de la escuela, es decir, siempre se trabajó en equipo, con buenas relaciones, apoyándonos unos a otros y tratando de satisfacer las necesidades de toda la comunidad educativa de la Escuela.

E.D.: ¿Creés que la informatización de las bibliotecas es importante?

L.A.: La informatización es muy positiva. Es importante para tener material actualizado, ubicar los libros y agilizar la tarea del bibliotecario.

E.D.: ¿Sentís que existen diferencias entre ser bibliotecaria cuando te recibiste y ser bibliotecaria en esta época?

L.A.: La verdad es que no encuentro diferencias, porque siempre trabajé con grandes grupos humanos, rodeada de afecto y con el apoyo de mis compañeros y de los alumnos.

E.D.: ¿Qué les dirías a las bibliotecarias que recién comienzan o a aquellas que hoy están estudiando?

L.A.: Desde mi experiencia, con mis 38 años de antigüedad como bibliotecaria, les diría que sigan trabajando con entusiasmo, para acercar los alumnos a los libros y formar lectores. Que no se van a arrepentir de haber elegido esta profesión.

E.D.: ¿Y a los alumnos?

L.A.: A los alumnos les diría que se acerquen a las bibliotecas, que investiguen, que lean, que descubran lo importante que es leer, que adquieran el hábito de la lectura, que los ayudará a crecer y ser mejores.

E.D.: Te doy las gracias Lela por haber compartido con nosotros este momento tan grato, por hacernos sentir tan bien representadas y por mostrarnos el camino a todas las que hemos elegido esta maravillosa profesión. Te cedo el cierre de esta charla para que digas lo que sientas. Muchas Gracias.

L.A.: Muchas gracias a vos por haberme llamado. Una cosa que no quisiera dejar de destacar es que, si bien me jubilé de la Escuela Media Nro. 1, también soy bibliotecaria del Instituto Superior de Formación Docente Nro. 28, en dónde me sentí muy cómoda y orgullosa de haber trabajado durante tantos años. En la actualidad nuevamente me desempeño como bibliotecaria, aunque estuve durante unos años como Pro-Secretaria de la Unidad Académica.
Por último quiero decir que aunque ya pronto me voy a jubilar, me siento feliz de haber trabajado en lo que realmente fue y será mi vocación. Me voy a llevar el mejor de los recuerdos de mis directivos, de mis compañeros y de los alumnos. Para terminar quiero decirles que los quiero mucho a todos y que les deseo un muy feliz día a todos los bibliotecarios.

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