Leer con tus hijos
Maneras eficaces y divertidas de leer con tus hijos
La lectura es la base de todo el conocimiento… pero el fomento de la lectura no solo es tarea de la escuela, sino también de la familia.
Cuanto primero contacten tus hijos con el fascinante mundo de los libros, ¡mejor! Ahora bien ¿Cómo los puedes ayudar a desarrollar el interés por la lectura? ¿Cómo hacer para que tus niños dediquen menos tiempo a la televisión y más tiempo a la lectura? … Puedes estar pensando que lograr esto es misión imposible.
Pero esto no es así… es sencillo, puedes comenzar con regalarle libros. Los niños aprenden con el ejemplo: ten libros en casa, léelos todos los días, busca libros con ilustraciones y diseños atractivos.
Convierte a la lectura en una rutina diaria. Trata de leer a tu hijo por lo menos, unos 15 minutos diarios. La hora de ir a la cama es un momento especialmente apropiado para leer juntos.
Lee con efectos divertidos en tu voz. Usa tu rostro, tu cuerpo y tu voz para hacer divertida la lectura. Usa distintas voces para los distintos personajes.
Háblale sobre las ilustraciones. Muéstrales las páginas y háblale sobre las ilustraciones del libro. Pídele al niño mirar las ilustraciones para que busque indicios de lo que se trata el cuento.
Muéstrale a tu hijo las palabras. Al leer, recorre con tu dedo debajo de las palabras. Muy pronto, el niño descubrirá que leemos las palabras y no las ilustraciones.
Menciona cuanto disfrutas de leer juntos. Háblale de la “hora de leer cuentos” como la hora preferida del día.
Rodea a tus hijos de libros. Trata de mantener libros en tu casa para que tu hijo lea. Si no puedes comprarlos en librerías pueden sacarlos prestados de la biblioteca del colegio y no cuesta nada!
Permite que el niño elija sus propios libros. Leer lo que le interesa es una forma de hacer la lectura divertida.
Muéstrale al niño las partes de un libro. Enséñele la cubierta. Coméntele de que puede tratar el libro. Cuéntele quien lo escribió y quien lo ilustro.
Hazle preguntas a tu hijo y comentarios sobre lo que ocurre en la historia. Pregúntale algo como: ¿qué crees que ocurrirá después? o ¿Qué es esto?
Permite que el niño te haga preguntas. Si tu hijo te hace una pregunta, detente y respóndele, incluso si eso implica interrumpir el cuento. Busca la manera de mencionar como se relaciona la historia con la vida de tu hijo.
Lee lo mismo una y otra vez. A los niños les encanta escuchar sus cuentos preferidos una y otra vez. No lo dudes y lee a tu hijo el mismo libro. Esto es provechoso para él.
Lee lo mismo una y otra vez. A los niños les encanta escuchar sus cuentos preferidos una y otra vez. No lo dudes y lee a tu hijo el mismo libro. Esto es provechoso para él.
Deja que tu hijo te cuente el cuento. Muchos niños memorizan el cuento que han oído varias veces. Permítele que “te lea” a ti el libro.
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