Desde un enfoque profesional en los últimos años los bibliotecólogos enfrentamos múltiples y complejos retos. Uno de ellos es dar una oportuna respuesta ante los cambios sociales, económicos, culturales y tecnológicos que se advierte para la sociedad de la información, el Internet generador de enorme interés en el campo educativo especialmente como un recurso adicional y tecnológico en el proceso de enseñanza-aprendizaje por su gran dinamismo y flexibilidad.
Se esta evidenciando que la disponibilidad de información se constituye en una herramienta muy pero muy poderosa para anular o crear costumbres que deterioran al ser humano, por consiguiente dentro de esta situación se hace necesario y con premura que los bibliotecólogos garanticemos el control documental de lo que se difunde, ya que los objetivos educativos van mucho mas allá de los informativos.
Si bien las nuevas tecnologías enriquecen la formación, con la posibilidad no solo de difundir información de un modo barato y aparentemente mas eficiente, sin embargo existe una gran preocupación en cuanto a que cualquier tipo de información este al alcance en cualquier momento y en cualquier lugar, confundiendo información con conocimiento o educación, pues muchos de los planteamientos del uso de las redes informáticas para la educación no pasan de ser informativos o editoriales, en definitiva no cumplen metodologías de enseñanza-aprendizaje.
Las bibliotecólogos nos encontramos obligadas a crear nuevos escenarios para que el mayor número de usuarios tengan acceso al conocimiento, y esto tan solo lo podremos realizar con el correcto y adecuado soporte de las tecnologías de información y la comunicación, estos nuevos escenarios promueven transformaciones en la forma de actuar y de comportarse tanto en los usuarios como en cada uno de nosotros los profesionales de las distintas áreas de difusión de información llámense estas: museos, bibliotecas, archivos.
La aplicación de la tecnología se caracteriza por ampliar el acceso a la información, sin embargo a pesar de la transformación de estas tecnologías y sus entornos virtuales, las bibliotecas y centros de documentación ejercen y ejercerán siempre un papel central en el desarrollo del aprendizaje. En este sentido es importante señalar el desafío para el mundo profesional bibliotecario el cual esta llamado a desempeñar una función determinante en el desarrollo humano que por supuesto día a día ofrece nuevas e interesantes posibilidades.
En realidad el avance tecnológico a nivel mundial a transformado la gestión cotidiana en cada una de nuestras bibliotecas, introduciendo una marcada transformación en la administración de la información así como la prestación de los servicios, los mismos que en muchos de los casos resultan minúsculos por las limitaciones económicas de cada una de las Sociedades, lo cual no permite mejorar los servicios existentes y proporcionar otros nuevos.
Las nuevas funciones de cada uno de nosotros los profesionales de la información en torno a las necesidades de los usuarios, ha trascendido las fronteras físicas del propio servicio de información para proporcionar la participación entre Instituciones y Redes, de cualquier manera los nuevos medios de difusión de la información son complementarios para quienes nos logramos adaptar a los cambios tecnológicos.
Frente a estos hechos es incuestionable que la información es un poder en el que el mundo actual, ya que se ha convertido en un mercado muchas veces desorientado y disipado o en su defecto, competente y con nuevos requerimientos. El aumento de los conocimientos tecnológicos ha influido notablemente en los objetivos y direcciones de las bibliotecas, dichas transformaciones implantan grandes desafíos para quienes no tiene suficiente recurso como para alcanzar el desarrollo de la tecnología.
En este sentido, la situación actual demuestra que tanto el usuario como el profesional de la información requieren de capacitación, para enfrentar con eficiencia cada una de las respectivas actividades de nuestra profesión, pero además es importante que los bibliotecólogos sigamos siendo el nexo al conocimiento y a la educación en la sociedad.
En la llamada sociedad de la información, seria ingenuo no reconocer que se están originan profundos cambios que producen un acelerado desacuerdo del conocimiento profesional y la información en general, muy por el contrario rechazarlas u objetarlas sin más representaría mantener una posición tecnofóbica.
El estudio del impacto educativo de las nuevas tecnologías, es un estudio en resaltar las bondades de sus efectos, en el que apenas se deja espacio para la discrepancia, para un análisis crítico y exhaustivo de este proceso acelerado de estas innovaciones tecnológicas, como de sus efectos sociales y culturales que estamos viviendo.
Autor: Enrique Fabricio Dávalos Oviedo (Ecuador).
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