A ese encuentro, once años después, le decimos simplemente CHAPA: porque esa es la marca que registraron los miles y miles de jóvenes que durante todo este tiempo pasaron por los hoteles, los auditorios y las playas. Marca registrada que se escribe en plural, que se distingue por su mística y que expresa en la diversidad todo su potencial.
Chapa es la posibilidad de escribir la palabra juventud a contrapelo de los imaginarios que reproducen los medios masivos de comunicación. Una juventud heterogénea, atravesada por los conflictos y dilemas de la sociedad, pero habitada por las esperanzas y las voluntades de cambio.
Chapa es la confianza en esa juventud. En su capacidad de protagonizar y tomar decisiones, de participar y transformar,
encontrarse y reconocerse en la diferencia y comprendiendo la desigualdad.Chapa es la oportunidad de imaginar juntos nuevas preguntas que interpelen a la democracia y sus instituciones fundamentales: la justicia, la escuela, la policía.
Y con las preguntas, en Chapa aparecen las respuestas que proponen volver a situar al barrio como espacio privilegiado, y recuperar con compromiso, solidaridad y organización los vínculos que nos hacen vivir en comunidad.
Chapa son muchas voces hablando de otra seguridad, de otra educación, de otra igualdad, donde la plena vigencia de los derechos humanos sea un piso común.
Chapa es el nombre de un encuentro en el que se producen muchos encuentros; donde existen, se expresan y conviven tradiciones, memorias, identidades, proyectos y deseos muy diversos, que van haciendo el camino de una experiencia única: llena de magia, llena de vida.
Lic. Diego Díaz
Director del Programa
“Jóvenes y Memoria”
FUENTE: CENDIE INFORMA N° 78 - Diciembre 2012
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