“Los profesores también necesitan de un plan lector”
>Domingo, 26 de agosto de 2012 | 4:30 am
En su libro Leer pensando. Introducción a la visión contemporánea de la lectura, la psicóloga educacional Juana Pinzás advierte que muchos docentes peruanos no leen bien: literalmente, no entienden lo que leen. La experta pregunta por eso cómo pueden enseñar aquello que no han logrado comprender. En esta entrevista Pinzás propone un conjunto de pautas para elevar el nivel de la comprensión lectora de los estudiantes peruanos.
Por María Isabel Gonzales.
Fotos Rubén Grández/
Fotos Rubén Grández/
Juana Pinzás es una investigadora preocupada por los niveles de comprensión lectora de los alumnos peruanos. Sobre todo luego de conocer los resultados que año tras año obtenemos en la prueba del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA). Recordemos que en la edición del 2009 el Perú ocupó el puesto 63 –de 65 países– en comprensión lectora, quedando demostrado que los estudiantes no entendían los textos con que debían estudiar. Según Pinzás, en general los niños llegan a primer grado con un nivel muy bajo de desarrollo de los prerrequisitos para un aprendizaje exitoso de la lectura. Y los profesores, por muy comprometidos que estén, también tienen limitaciones. “Está demostrado que hay docentes peruanos que no leen bien y que no entienden lo que leen. ¿Cómo pueden entonces enseñar lo que no saben? Lo que se debería hacer de ahora en adelante es crear un plan de lectura para los docentes”, señala Pinzás.
–Acerca de la enseñanza en nivel inicial, en su libro reseña la crítica a algunos textos que incluyen frases como “mamá me mima”.
–Hay textos como Coquito que siguen siendo un éxito porque los niños aprenden a decodificar. Nuestros docentes necesitan de una guía que les diga qué ejercicios prácticos necesitan los niños para estar listos para la lectura. En ese sentido Coquito es una guía bien estructurada. Pero existe el riesgo de que no comprendan lo que leen. Si no se combina con otras estrategias se pueden acostumbrar a leer frases que no entienden. Y luego, conforme pase el tiempo, esos alumnos que no comprenden lo que leen no van a elegir leer en su tiempo libre. No les va a interesar porque no les genera ningún beneficio.
–¿Qué papel están jugando las nuevas tecnologías en la manera de leer? Me refiero a los iPad, Kindle, las propias computadoras y hasta los celulares.
–La lectura te pide que te concentres en una sola cosa, pero hoy en día se alimenta la idea de que todos somos multitasking. Es decir, que podemos hacer varias cosas a la vez –chatear, buscar información, estudiar– y eso es falso. Se puede dividir la atención entre varias tareas a la vez siempre y cuando no compitan entre sí. Lo que me preocupa es que los alumnos vayan perdiendo la capacidad de concentrarse en una sola tarea, y de repente por eso no les gusta la lectura, porque la lectura es esfuerzo mental. Les cuenta tener su atención en una sola cosa porque están acostumbrados a estar picoteando. Incluso veo en los alumnos universitarios que, a pesar de ser muy brillantes, no saben cómo buscar en Internet un tema porque no son capaces de discriminar las ideas principales de un texto. Y sobre los nuevos dispositivos para leer, aunque no me han conquistado del todo, son un cambio de experiencia al que nos iremos ajustando cada vez más. De hecho yo los uso.
–Si tuviera que recordarle a un alumno por qué es importante la lectura, ¿qué le diría?
–Diría que la lectura fomenta el pensamiento, lo estimula, te ayuda a desarrollarlo. Y hay muchos tipos de pensamientos que están vinculados al mundo de las palabras. Como por ejemplo las capacidades de inferir, de sintetizar y visualizar a partir de lo que lees. Todos son procesos cognitivos, algunos de ellos muy superiores y avanzados que difícilmente los puedes aprender si no lo haces con la lectura.
–¿Cómo se identifica a un buen lector?
–Un consenso acerca del perfil del buen lector señala que este debe usar su conocimiento y experiencia sobre el mundo y la vida diaria para tratar de entender lo que lee. Dirige su lectura hacia una meta y practica la lectura regularmente, desarrollándola y refinándola. Si hablamos de un adulto primero me doy cuenta de que es un buen lector o lectora por su toma de decisiones. Por ejemplo, si en su tiempo libre su primera opción es la lectura. También cuando conversa, algunas de las cosas que propone son en base a lo que ha leído.
-¿Cómo un padre de familia puede detectar que su hijo tiene dificultades para leer ?
-Entre los indicadores está la lectura silabeante, la incapacidad para identificar palabras nuevas, movimiento de la cabeza en lugar de los ojos, omitir, aumentar y adivinar palabras en lugar de leerlas. Lo detectas cuando haces preguntas de comprensión. El niño dedica tanto su concentración en tratar de descifrar qué palabras tiene enfrente y cómo se pronuncian que no tiene margen de atención para tratar de recordar y entender de qué se trata el texto. Desde kindergarten hay unos prerrequisitos que tienen que desarrollarse para tener alguna garantía de que estás promoviendo a un niño a primer grado con la certeza de que su aprendizaje formal de la lectoescritura va a ser exitoso. Entonces, si la percepción del profesor es que está en riesgo el pronóstico será que va a necesitar apoyo. Eso quiere decir horas adicionales de trabajo de lectura o reforzamiento en el abordaje de la enseñanza. Si el niño pasa por primer grado y tiene problemas, en el momento en que se puede señalar sus dificultades es probablemente en el primer semestre del segundo grado. Luego de haber sido evaluado en el proceso formal de lecto escritura por el cual todo un grupo de niños ha pasado.
–¿Y en el caso de adultos que tienen problemas para retener lo que leen?
–Cuando son mayores se trabajan técnicas de estudio. Si alguien tiene problemas para decodificar hay que ayudarlo a que funcione académicamente. Hay estrategias para eso. No se puede leer un libro sin trabajarlo. La lectura para mí es deshacer un libro. Cuando estudio para rendir un examen me apropio del texto haciendo mis propias preguntas sobre lo que necesito saber de esa lectura y lo convierto en mi versión. Esto será lo que voy a recordar y no el libro o el capítulo. En la edad adulta si hay un texto que tienes que estudiar lo tienes que leer tres veces. No hay manera de que te escapes. Hay que tomar notas, hacer resúmenes y esquemas. Esa es la manera de estudiar y estudiar no es leer. En primaria la meta es aprender a leer, luego se usa la lectura como un método instrumental para conseguir tu meta.
–¿Por qué tenemos resultados tan bajos en comprensión lectora?¿Los profesores no están enseñando lo que deberían enseñar?
–Una vez tuve la oportunidad de estar en una charla en Piura y una de las cosas que pregunté al auditorio era qué hacen cuando el alumno llega por primera vez a su clase. Respondieron que trataban de iniciar un buen vínculo con el alumno. Dieron algunas respuestas más sobre el lado humanista, pero en ningún momento señalaron qué pruebas o tareas deberían aplicar para saber en qué nivel estaba su alumno. No saben si los chicos entienden lo que leen. Empiezan el año ciegos con un currículo que les da el ministerio y se olvidan de que deberían saber qué necesita cada niño según la zona del Perú en donde esté.
–¿Cómo pueden los padres promover que sus hijos lean?
–Primero deberían averiguar qué le interesa a su hijo. Luego deberían ir a librerías juntos para ver qué libros hay sobre su tema de interés. Lo ideal sería que ambos se compren un libro, que vayan a casa y lean una parte. Se debe hacer lectura compartida. El papá lee los párrafos más largos y el hijo los más cortos. Es muy importante que conversen sobre lo que han leído. Se debe hacer preguntas que hagan pensar al niño. Las respuestas deben aclarar todo aquello que no haya entendido. Sobre todo el vocabulario desconocido. Se debe leer con entusiasmo en un clima de calidez, afecto y complicidad. Será una experiencia enriquecedora que de seguro alimentará sus ganas de leer.
Perfil
• Nombres: Juana Pinzás García.
• Estudios: Psicología (PUCP), maestría en The London School of Economics and Political Science y en la Universidad de Strathclyde, Escocia. Doctorado en la Universidad de Nijmegen, Holanda (1993).
• Cargos: Profesora principal del departamento de Humanidades de la PUCP. Dicta el curso de Procesos Cognitivos en la facultad de Psicología.
• Publicaciones: Leer Pensando. Introducción a la visión contemporánea de la lectura (PUCP, 2012), Metacognición y lectura, Leer mejor para enseñar mejor y Se aprende a leer leyendo.
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